Caminar es, sin duda, el mejor de los ejercicios. Es natural, sin adornos ni efectos especiales, y gratis, en todo caso, si caminar es el ejercicio seleccionado, se puede hacer una inversión en cuanto a un buen calzado específico para trote o walking, o dependiendo del tipo de caminata que se realice, un zapato adecuado.
Algo a tener en cuenta es el clima, el lugar y la época del año al caminar, esto porque, por ejemplo,
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Los suelos áridos y temporadas de sequía suelen ser más agotadores para el caminador.
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Los suelos húmedos permiten un mayor rendimiento del ejercicio.
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Caminar sobre la arena de playa permite que trabajen los músculos y articulaciones de la planta del pie que normalmente no se ejercitan, mientras que los granos de arena masajean y relajan los pies descalzos.
Los calzados planos, con menos tracción en las zuelas, son ideales para caminatas en senderos asfaltados y sin muchas imperfecciones...
Cómo caminar correctamente
Para que una caminata sea efectiva realmente los especialistas recomiendan que:
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Estas sean de al rededor de 30 minutos de duración, y no menos de tres veces por semana.
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Iniciar siempre las caminatas con ritmo suave, a tres tiempos sin importar con qué pie se comienza, e ir aumentando el ritmo hasta la máxima intensidad al final del entrenamiento.
Beneficios de caminar
Los beneficios se verán con rapidez si se toma en cuenta lo anterior, y serán incontables, sin embargo podemos enumerar los siguientes:
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Se ejercita todo el cuerpo, mejorando el control del peso y la tonicidad muscular.
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Se estimula la digestión.
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Se disminuye la presión arterial.
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Bajan los niveles de estres.
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Ayuda a conciliar el sueño, por lo que es recomendado para quienes padecen de insomnio.
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Fortalece los huesos y se disminuye el riesgo de fracturas